En una sala de diálisis nos movemos entre el campo de la técnica y de las relaciones interpersonales, de las emociones y de los afectos, situaciones donde la empatía del profesional, el conocimiento y respeto de los derechos de privacidad y dignidad de los pacientes entran en juego. Este es el ejercicio antropológico de una tarde de otoño en una unidad periférica de diálisis, que me abrió los ojos a un espacio que debemos conocer y que coexiste con el espacio de cuidados en el que nos movemos