Objetivo: recopilar evidencia científica sobre la implementación y evaluación del uso de instrumentos para la identificación temprana del deterioro clínico en pacientes no infectados por SARS-COV-2 en unidades de hospitalización de adultos. Método: revisión integradora realizada en las bases de datos Latin American and Caribbean Literature on Health Sciences, Medical Literature Analysis and Retrieval System Online, Web Of Science y SCOPUS, utilizando la siguiente estrategia de búsqueda: (“Early Medical Intervention” OR “Early Warning Systems” O “Puntuación de alerta temprana”) Y (“Deterioro clínico”). Resultados: se seleccionaron ocho artículos que abordaron la implementación de herramientas para la identificación temprana de deterioro clínico en unidades de hospitalización y evaluaron sus resultados a través de indicadores de incidencia de paro cardiorrespiratorio, incidencia de ingreso no planificado en UTI, incidencia de cirugía de emergencia, mortalidad e incidencia de enfermedad renal. lesión. Conclusión: la implementación de herramientas que permiten la identificación temprana del deterioro clínico en las unidades de hospitalización tuvo un impacto positivo en los indicadores institucionales.
Objetivo: Conocer la eficacia del tratamiento de personas con conducta hetero agresiva en los servicios de urgencias en comparación con los servicios de salud comunitarios. Método: Revisión sistemática de estudios en bases de datos: LILACS, Psychinfo, Scopus, Web de Ciencia, PUBMED y literatura gris en Google Scholar y en la lista de referencias. La búsqueda se realizó en junio de 2016. Dos mil ciento sesenta estudios fueron encontrados y seis de estos estudios fueron seleccionados para su análisis después de la aplicación de los criterios de exclusión. Resultados: El acercamiento a individuos con comportamiento agitado, agresivo o violento ocurre con mayor frecuencia en servicios de emergencia general y psiquiátrica con intervención médica. Los medicamentos utilizados para controlar la agitación y la sedación fueron benzodiazepina (midazolam, lorazepam), antihistamínico (prometazina), antipsicóticos típicos (haloperidol y droperidol) y antipsicóticos atípicos (olanzapina, ziprasidona, risperidona y quetiapina). Conclusión: Todos los fármacos evaluados promueven la sedación, pero esta revisión muestra ventajas en el uso de la combinación de haloperidol más prometazina.